Nuestras actividades han modificado el balance químico que tenía la atmósfera cuando llegamos al planeta y esto se está volviendo en contra nuestra.
La primera vez que se comprobó la relación directa entre la densidad de dióxido de carbono en la atmósfera con el aumento de la temperatura en la Tierra fue en 1896 con los estudios del científico sueco Svante Arthenius.
Desde entonces, la evidencia científica no ha hecho más que comprobarlo. Existe un paralelismo entre el aumento de las concentraciones de dióxido de carbono en la atmósfera y el aumento de la temperatura mundial. Alrededor de 1750, cuando inició la era industrial, la atmósfera tenía una concentración de CO2 de 200 partes por millón. En el último registro de la NASA, de marzo de 2024, la concentración de este gas fue de 423 partes por millón, 48 % mayor. En paralelo, la temperatura media mundial en este periodo ha aumentado, en promedio, 1.2 grados centígrados.
La mayor parte del aumento del dióxido de carbono en la atmósfera se ha producido desde finales de la década de 1950 y, desde entonces, cada década ha sido más caliente que la anterior.
El CO2 conforma tres cuartas partes de los gases de efecto invernadero. Cuando este y otros gases se acumulan en la atmósfera, la radiación solar permanece más tiempo ahí, calentando el planeta. Entre más gases se acumulen, mayor temperatura habrá en la Tierra. Esto es muy grave, debido a que el CO2 puede permanecer en la atmósfera por más de 300 años.
El hombre es el responsable del crecimiento en la concentración de gases invernadero mediante la quema de todo tipo de combustibles fósiles y mediante la deforestación. Esta última causa proviene de la capacidad de las plantas para absorber o secuestrar el dióxido de carbono contenido en la atmósfera y convertirlo en oxígeno. Cuando se deforesta, el carbono almacenado en la vegetación se vuelve a liberar a la atmósfera.
Estas afirmaciones son compartidas, dede 1988, por cientos de miles de científicos pertenecientes a 195 gobiernos del mundo que conforman el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático, mejor conocido como IPCC.
¿Por qué te puede interesar este video?
- Conocer a detalle la relación que hay entre la quema de hidrocarburos y la deforestación con el calentamiento del planeta.
- Presentar a la comunidad científica que lleva décadas comprobando que los gases invernadero que produce el hombre son causantes del cambio climático.
- Desmitificar los argumentos que aseguran que el cambio climático que vivimos es un proceso natural de la Tierra.
- Descubrir los dos tipos de negacionistas de la responsabilidad del hombre en la crisis climática y qué los motiva a pensar así.
Hasta la fecha, absolutamente nadie ha sido capaz de explicar cómo la acumulación creciente de gases como el CO2 o el metano, que atrapan el calor del sol no son capaces de elevar la temperatura del planeta.
Así que, cómo asegura Manola Brunet, presidenta de la Comisión de Climatología de la Organización Meteorológica Mundial:
“Si los negacionistas quieren demostrar que el calentamiento actual forma parte de algún ciclo natural, deberían probar primero cuál es el mecanismo natural que lo provoca”.