Un grupo de investigadores del instituto Max Plank de comportamiento animal, Alemania, y de la Universidad Nacional de Jakarta, Indonesia, captó en imágenes el primer caso documentado de tratamiento activo de un animal no-humano utilizando plantas para tratar una herida de forma sistemática.
El comportamiento fue observado en el parque nacional Gunung Leuser en la isla de Sumatra, Indonesia. El sitio de estudios, denominado como Suaq Balimbing, ha sido utilizado para estudios no invasivos (principalmente observación) de primates desde 1994.
El sujeto de estudio fue un orangután macho de nombre Rakus, el cuál fue identificado por primera vez en marzo de 2009. Los científicos estiman que nació a finales de los 1980’s, y es un residente o visitante frecuente de la zona de Suaq.
Rakus pertenece a la especie de orangután de Borneo (Pongo pygmaeus). Los machos de esta especie son capaces de desarrollar grandes mejillas llamadas “bridas”, las cuales marcan su estatus como machos dominantes. Durante 2021, Rakus experimentó una etapa de crecimiento, y en agosto de ese año fue documentado con las bridas ya desarrolladas.
El 22 de junio del año 2022, los investigadores detectaron una herida en la parte derecha del rostro de Rakus. El informe indica que se desconoce el origen de esta herida, más concuerda con el tipo de lesiones que son frecuentes en los machos territoriales.
La publicación también detalla que horas más temprano, el mismo día, se detectaron sonidos característicos de un enfrentamiento entre orangutanes. Tres días más tarde, Rakus fue registrado ingiriendo tallos y hojas de la planta Akar Kuning (Fibraurea tinctoria) durante trece minutos. A partir de ese momento, Rakus masticó las hojas de la Akar Kuning y, usando sus dedos, frotó la mezcla del jugo de la planta y su saliva contra su herida repetidamente. Finalmente, el orangután cubrió por completo la laceración con las hojas machacadas hasta cubrirla por completo.
Durante los siguientes días, Rakus fue observado en un estado menos activo, y comiendo más de la planta akar kuning. Esta liana trepadora ha sido utilizada por sus propiedades analgésicas y capacidad de controlar la fiebre, formando parte de la medicina tradicional de Sumatra. Investigadores de la Universidad Nacional Cheng Kung de Taiwan documentaron en 2008 que esta planta posee propiedades anti-inflamatorias. De igual forma, en 2016, un equipo de la Universidad de Macau, China, descubrió la presencia en esta planta de furanoditerpenoides, moléculas con propiedades antimicóticas, antioxidantes y anticancerígenas.
El reporte enfatiza que el caso documentado genera preguntas referentes a la intencionalidad de las acciones de Rakus. Los investigadores notan que el comportamiento del orangután fue intencionado, ya que el ejemplar le dió tratamiento selectivo al área herida y no a cualquier otra zona de su cuerpo, también porque la acción fue documentada en repetidas ocasiones y tomó una cantidad de tiempo que los biólogos describieron cómo considerable. El día 30 de junio, la herida de Rakus se encontraba completamente cerrada. Hasta el momento de su publicación no se han encontrado otros casos de orangután utilizando esta planta o este método para curar heridas.
El estudio resalta que los orangutanes juveniles aprenden observando su entorno y a otros orangutanes, capacidad que prevalece hasta que alcanzan la madurez. Los científicos teorizan que, de ocurrir con suficiente frecuencia en un entorno social con otros miembros de la especie, el tratamiento de heridas con la fibraurea tinctoria podría esparcirse de individuo a individuo. La World Wildlife Fund (WWF) estima que en la isla de Sumatra habitan 14 mil 603 orangutanes.