La fabricante de automóviles sueca Volvo anunció la implementación de un “pasaporte de batería” para sus vehículos eléctricos empezando este año.
Este pasaporte es un documento digital que contiene información sobre la batería de la unidad. La Unión Europea declaró obligatorio el uso de estos pasaportes a partir de 2027.
El primer vehículo eléctrico en contar con este pasaporte de batería será la todo-terreno “EX90”, la cual será fabricada en Estados Unidos y vendida en Norteamérica y Europa. Contará con un código QR en la puerta del conductor, el cual da acceso al documento. El pasaporte mostrará el origen de los materiales utilizados en la fabricación de la batería, incluyendo el país de su extracción. Simultáneamente contabilizará el porcentaje de elementos reciclados y la huella de carbono de sus componentes.
El desarrollo del pasaporte para baterías
El desarrollo del pasaporte corrió a cargo de Volvo en conjunción con la empresa londinense de informática Circulor UK. Este hace uso de tecnología de cadena de bloques (Blockchain) para actualizarlo en tiempo real. Según Vanesa Butani, líder de Sostenibilidad Global para Volvo, este es un paso en el plan de la compañía sueca para producir sólo vehículos eléctricos para el año 2030.
Según Douglas Johnson-Poensgen, presidente de Circulor UK, existirá una versión más completa del pasaporte disponible para reguladores de vehículos. Paralelamente, el pasaporte cuenta con la función de monitorear la salud de la batería durante 15 años.
Según el director de Circulor, el número de compañías automotrices intentando crear su propio pasaporte de batería ha crecido . Seguido a esto, el director advirtió que, probablemente, tengan dificultad para alcanzar la fecha límite que impuso la Union Europea.
En Norteamérica no existe un requerimiento para este tipo de pasaportes, más la industria automotriz comienza a mostrar interés para ser acreedores de subsidios para vehículos eléctricos.
