Nuevos documentos obtenidos por el portal de investigaciones climáticas DeSmog revelan que ExxonMobil financió una red de grupos de expertos y organizaciones de derecha para promover la negación del cambio climático en América Latina. La estrategia, coordinada a través de la influyente Atlas Network, buscaba debilitar el apoyo del llamado Sur Global a los tratados internacionales impulsados por la ONU.
Los archivos, que incluyen copias de cheques, correspondencia interna y memorandos estratégicos, detallan cómo la petrolera destinó fondos a Atlas Network, una coalición estadounidense que agrupa a más de 500 centros de pensamiento de libre mercado en todo el mundo. Con esos recursos se financiaron viajes, publicaciones y eventos diseñados para sembrar dudas sobre la ciencia climática.
Parte del dinero sirvió para traducir al español y al chino libros y folletos que negaban el calentamiento global de origen humano. También se usó para costear giras de conferencistas estadounidenses por ciudades latinoamericanas y organizar actos públicos donde se difundían mensajes contrarios a las políticas ambientales internacionales.
Según los documentos, Atlas Network comunicó a Exxon que su meta era convencer a los países en desarrollo de los efectos adversos de los tratados climáticos globales. En una propuesta estratégica enviada a la sede de la compañía en Irving, Texas, la red afirmó que las inversiones en políticas públicas de libre mercado eran esenciales para garantizar la prosperidad futura y proteger los rendimientos de los inversionistas de la empresa.
Consultado por el diario The Guardian sobre la información, Adam Weinberg, portavoz de Atlas Network, afirmó que los materiales mencionados provienen de exempleados y datan de hace más de 25 años. Aseguró además que Exxon nunca fue un donante importante y que la organización no ha recibido aportes de la petrolera en casi dos décadas. ExxonMobil, por su parte, no respondió a las solicitudes de comentario.
La correspondencia analizada, que abarca desde finales de los años noventa hasta los primeros años del 2000, muestra la conexión entre la compañía y sus socios ideológicos en América Latina. En una carta de 1998, Atlas agradeció a Exxon por su “generosa ayuda financiera” y destacó que “pocos de estos logros habrían sido posibles sin su apoyo”, subrayando que la empresa prefería mantenerse en el anonimato.
Entre las iniciativas financiadas se encuentra la traducción al español del folleto El argumento científico contra el Tratado Global sobre el Clima, del físico Fred Singer, un conocido negacionista climático. El texto afirmaba textualmente que “no existe respaldo científico significativo para una amenaza global de calentamiento”.
En la región, los socios de Atlas Network, entre ellos la Fundación República para una Nueva Generación en Argentina y el Instituto Liberal en Brasil, organizaron seminarios y conferencias en vísperas de la COP4, celebrada en Buenos Aires en 1998. Estos encuentros sirvieron como plataforma para difundir el discurso negacionista y fortalecer lazos con políticos locales.
La campaña no se limitó a América Latina. Atlas también impulsó la traducción de materiales al chino y facilitó reuniones entre organizaciones de India y think tanks conservadores estadounidenses como la Fundación Heritage y el Instituto Cato, ambos conocidos por cuestionar el consenso científico sobre el cambio climático.






