La deforestación para plantar cafetales podría reducir la producción de café

Dos estudios ligan la deforestación de los bosques tropicales con la disminución en la lluvia y la reducción de las cosechas

Un informe revela que la deforestación para plantar cafetales podría poner en riesgo la producción de café en Brasil. Este fenómeno ocurre debido al cambio en los patrones de lluvia, ligados a la deforestación en la selva del Amazonas. El reporte fue publicado el 22 de octubre por Coffee Watch, un organismo no lucrativo que vigila el impacto ecológico de la industria cafetalera.

El grupo comparó los datos históricos de precipitación en las regiones cafetaleras de Brasil: el litoral atlántico y las sabanas cerradas centrales. El análisis mostró que entre 2001 y 2023 se deforestaron más de 11 millones de hectáreas, el equivalente a la superficie de Honduras. Según los hallazgos, las regiones altamente deforestadas han experimentado un déficit en precipitaciones durante ocho de los diez últimos años.

Desde hace seis años, las regiones cafetaleras de Brasil han perdido hasta el 25 por ciento de humedad en sus suelos, según datos satelitales de la NASA. Este fenómeno contribuye a la caída en la producción de café en el país sudamericano, pues los cafetales son altamente sensibles a la sequía.

Etelle Higonnet, directora de Coffee Watch, advirtió que la industria cafetalera actual es “ecológicamente destructiva”. Señaló que continuar las prácticas de deforestación resultará en una menor producción de café, sin importar cuántos plantíos nuevos se generen. 

Las alteraciones climáticas ya presentan un impacto en la industria cafetalera brasileña. En 2021, durante un periodo de sequía, Brasil produjo 4 millones 140 mil toneladas de café; un millón 440 mil toneladas menos que el año anterior. La disminución en las cosechas han provocado aumentos de precios en el café de hasta el 40 por ciento.

Según los cálculos de Coffee Watch, Brasil podría perder hasta dos tercios de su superficie cultivable para café hacia la mitad del siglo.

Para los agricultores de Zona da Mata, en el atlántico brasileño, implementar prácticas agroforestales les ha permitido mantener la humedad en sus cultivos. Coffee Watch reporta que menos del uno por ciento de las zonas cafetaleras de Brasil emplean estas técnicas, a pesar de ser replicables a gran escala.

Menos bosques, menos lluvias

La selva amazónica genera el 40 por ciento de las lluvias de Sudamérica gracias a sus árboles. Estas plantas absorben la humedad del suelo y la liberan a través de los poros en sus hojas en un proceso llamado “transpiración”. Los niveles de deforestación en esta jungla han alterado los patrones climáticos en Brasil, provocando sequía y calor extremo.

Un estudio diferente, encabezado por la Universidad de São Paulo, Brasil, detalló que la deforestación está directamente ligada a la disminución en las lluvias. Sus autores también descubrieron que la pérdida de vegetación ha provocado un aumento en promedio de dos grados centígrados en la selva amazónica. 

Los autores analizaron 29 secciones de la cuenca amazónica brasileña utilizando tecnología satelital. Entre sus hallazgos, resaltan que las zonas con mayor deforestación tienen una mayor disminución de las precipitaciones anuales.

Esta falta de lluvias también está afectando a los agricultores, como los del estado de Mato Grosso, quienes experimentaron 150 días seguidos sin lluvia durante 2024. En Brasil, los centros agrícolas más importantes se encuentran junto a la selva amazónica. Los investigadores subrayan que los cultivos de esas regiones dependen de la salúd de la amazonia. 

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