Científicos del Instituto Politécnico Nacional (IPN) desarrollaron un método para producir hidrógeno directamente en yacimientos de petróleo cuya producción está en declive. Los expertos combinaron técnicas de minería petrolera con procesos químicos para generar hidrógeno directamente en el sitio. El equipo fué liderado por Jorge Ancheyta Juárez, ingeniero petroquímico.
El método comienza introduciendo vapor de agua caliente al pozo de petroleo para extraer los hidrocarburos atrapados entre las rocas. Durante este proceso, se inyecta oxígeno al petróleo para realizar una combustión controlada y separar los componentes del hidrocarburo. Después, se emplean catalizadores que transforman al petróleo en gases; los cuales pasan por una membrana que separa al hidrógeno de los demás componentes.
Jorge Ancheyta explica que este proceso está basado en una técnica llamada “Syngas”, o “gas de síntesis”. El ingeniero afirma que el objetivo de este nuevo método es utilizar el yacimiento petrolero cómo un reactor natural. Actualmente, la técnica de syngas se emplea para generar energía a partir de biomasa (gases generados por la descomposición de materia orgánica).
Los investigadores denominan al producto “hidrógeno azul claro”, ya que es una mezcla del “hidrógeno azul” con el “hidrógeno blanco”. En la extracción de hidrógeno, el gas recibe la nominación de color según el método de obtención. El hidrógeno blanco proviene del subsuelo, mientras que el azul es generado mediante hidrocarburos cómo el petróleo, empleando algún método de captura de carbono.
Según Ancheyta, este método podría proveer de una “segunda vida” a los pozos petroleros maduros en México. El ingeniero resalta que en el 65 por ciento de los yacimientos de petróleo del país están próximos a terminar su vida útil. Enfatiza que esta técnica reduciría “significativamente” el costo de producir hidrógeno, además de que sería ecológicamente eficiente.
Posibilidades del hidrógeno
Para los desarrolladores, el hidrógeno es “clave” en la transición energética para abandonar los combustibles fósiles. Afirman que usar el gas no produce dióxido de carbono, además de que reduce las emisiones en óxidos de nitrógeno. El equipo resalta que los costos para producirlo bajarán según crezca su aceptación en el mercado.