Científicos de la Pontificia Universidad Católica de Chile crean un mapa interactivo de la niebla para enfrentar la sequía que azotan al país desde 2010. Los investigadores del Centro Desierto de Atacama (CDA) planean que esta herramienta web pueda mostrar las zonas de posible captación de agua por niebla de ese país. Esperan lanzar la aplicación al público el próximo 2 de junio.
El “mapa del agua de la niebla” toma información de 20 estaciones climáticas de la parte norte de Chile. Después, despliega los datos mediante un mapa interactivo, el cuál muestra las zonas con mayor potencial para capturar agua mediante un “atrapanieblas”. Sus creadores esperan que este mapa de la niebla ayude a mitigar los efectos de la sequía en el país andino.
Los “atrapanieblas” son sistemas que emplean una malla suspendida entre dos postes para condensar la humedad de la neblina. Mediante este proceso, los también llamados “captanieblas” transforman la humedad del aire en agua líquida.
“Queremos potenciar el uso del agua de la niebla como recurso hídrico complementario en zonas vulnerables”, declaró Virginia Carter, una de las directoras del proyecto.
Además de mostrar la locación de la niebla, el mapa cuenta con gráficos que muestran su disponibilidad estacional. Los científicos esperan que estos datos muestran los lugares óptimos para colocar atrapanieblas. De la misma forma, aspiran que la herramienta facilite incorporar los “captanieblas” en futuras políticas públicas.
El mapa está basado en el modelo predictivo “AMARU”, el cuál combina información meteorológica de varias fuentes, incluyendo sensores remotos. Los científicos afirman que la plataforma podría utilizarse en otros países del mundo, ya que la metodología AMARU es replicable.
“La idea es que este modelo pueda tener un alcance global”, concluyó Carter.
Un invento chileno
Carlos Espinoza, físico y matemático de la Universidad de Chile, inventó el atrapanieblas en 1954. El científico donó la patente a la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) para que su diseño fuese utilizado de forma gratuita alrededor del mundo. Actualmente, los captanieblas son utilizados en países cómo Perú, Guatemala, Sudáfrica y Marruecos.