Impuesto Verde Ciudad de México

Impuesto por contaminación en CDMX ¿Qué es y quiénes lo pagarán?

Ciudad de México implementa desde el 1 de abril el Impuesto Verde para Combatir la Contaminación: Lo que Necesitas Saber

A partir del 1 de abril de 2025, la Ciudad de México pone en marcha el Impuesto Verde, una medida fiscal destinada a reducir los niveles de contaminación que históricamente han afectado la calidad del aire en la capital. Esta nueva estrategia busca reforzar los esfuerzos de la ciudad en materia de sostenibilidad y salud ambiental, ampliando el alcance del conocido programa Hoy No Circula.

¿En qué consiste el Impuesto Verde?

El Impuesto Verde es un gravamen aplicado a las empresas que generen emisiones contaminantes, en particular gases como el dióxido de carbono (CO₂), metano (CH₄) y óxido nitroso (N₂O), los cuales son responsables del calentamiento global y de la baja calidad del aire que afecta a la metrópoli.

Juan Pablo de Botton Falcón, Secretario de Finanzas de la CDMX, explicó que este impuesto forma parte de una agenda ambiental que tiene como objetivo lograr una ciudad más limpia y saludable para el año 2030.

¿Cómo se implementará el Impuesto Verde?

El Impuesto Verde operará de manera completamente digital. Las empresas deberán acceder al Sistema de Administración de Contribuciones (SAC) de la CDMX, donde podrán declarar las emisiones que generan a lo largo del año.

El proceso será el siguiente:

  1. Acceder al portal del SAC.
  2. Completar el formulario con la cantidad de emisiones en toneladas.
  3. El sistema calculará automáticamente el monto a pagar según los niveles reportados.
  4. Descargar el formato de pago y completar la declaración fiscal.

Este modelo está diseñado para que las empresas con mayores emisiones paguen más, incentivando el uso de tecnologías limpias y prácticas que sean menos agresivas con el medio ambiente.

¿Quiénes estarán obligados a pagar este impuesto?

El Impuesto Verde afectará principalmente a las grandes industrias con altos niveles de contaminación, como las manufactureras, las constructoras, las refinerías, las plantas químicas, entre otras. Si bien todas las empresas contaminantes deberán reportar sus emisiones, este impuesto no se aplicará de manera generalizada a las personas físicas ni a pequeños comercios, al menos por el momento. La premisa es que las empresas que más contaminan sean las que asuman la responsabilidad financiera, destinando los recursos obtenidos a proyectos de mitigación ambiental.

Con esta medida, el gobierno capitalino busca una ciudad más sostenible y menos afectada por los efectos del cambio climático.

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