Las quemas y los incendios forestales
Una práctica común entre los agricultores es la de quemar su parcela una vez recolectada la cosecha. Para limpiar el campo usando este método, los granjeros necesitan adherirse a la norma NOM-15 Semarnat-Agricultura 2024. Esta norma está diseñada para disminuir el riesgo de que una quema controlada se transforme en un incendio forestal.
La NOM-15 Semarnat-Agricultura 2024 indica las condiciones para realizar una quema agrícola controlada. Esta norma dicta que el agricultor debe dar aviso a las autoridades municipales antes de iniciar el fuego. También prohíbe que más de una parcela tengan una quema simultáneamente; algunas entidades tienen un calendario de quemas para este propósito.
Una quema agrícola puede transformarse en un incendio forestal si las llamas traspasan la parcela y llegan a terreno silvestre. Condiciones climáticas como el viento, el calor y la sequía pueden agravar los incendios, haciéndolos más fuertes o extensos. La Secretaría de Agricultura del Gobierno Federal indica que el 26 por ciento de los incendios forestales se originan de una quema agrícola.
Además de ser un factor de riesgo, la práctica de las quemas agrícolas fomenta la aridificación de los suelos. El fuego consume la materia orgánica y elimina los organismos vivos en los suelos del campo, reduciendo su utilidad. Según datos oficiales, más de un cuarto del territorio mexicano está en proceso de desertificación.
El uso del fuego y el desarrollo urbano
Otro factor para el aumento en los incendios forestales es el desarrollo urbano e inmobiliario.
Un tercio de los incendios forestales en México se originan de actividades ilícitas, de acuerdo a la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat). Estas causas incluyen la quema de basura, arrojar colillas de cigarros encendidas, y el uso del fuego para remover la vegetación.
La Ley general de desarrollo forestal sustentable establece en su artículo 93 que el dueño de un terreno debe transplantar o reponer los árboles en los que se encuentran en dicho terreno. Esta norma establece que de no poder realizarse la reubicación de las plantas, el dueño está obligado a reparar el daño ambiental de otra forma.
Debido a los costos de reubicación de los árboles, los cuales pueden llegar hasta seis mil 168 pesos, algunos constructores prefieren eliminar a las plantas mediante quemas.
La ley general de desarrollo forestal sustentable establece que no se puede construir en un terreno incendiado hasta que pasen 20 años del incidente. Aún así, ocurren construcciones cómo las encontradas por la OPD Bosque de la Primavera en 2019, al oeste de Guadalajara.
Si detectas una quema agrícola, o un incendio, llama a la Comisión Nacional Forestal (Conafor): 01 800 46 23 63 46
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¿Quién es Gelacio Lemus Santos?
- Es el Jefe del Área de Protección y Fomento Forestal de la Secretaría de Desarrollo Agropecuario (Sedea) del estado de Querétaro
- Representó a la Sedea en la campaña de reforestación en el ejido de Madroño en 2024
- Anteriormente, ejerció como Subgerente de Produción y Productividad en la Comisión Nacional Forestal
¿Quién es José Juan González Márquez?
- Es profesor e investigador en la Universidad Autónoma Mexicana, donde imparte cursos en derecho ambiental, derecho fiscal, entre otros.
- Autor del libro Tratado de derecho ambiental mexicano, donde explora la política ambiental del país.
- En 1999 elaboró el proyecto de Ley Ambiental del entonces Distrito Federal.