anidación de tortugas

Tortugas marinas cambian patrones de anidación para evitar extinguirse

El calor excesivo podría provocar que los huevos de tortuga se cocinen antes de que eclosionen

En un reciente informe publicado por The Independent, se ha destacado un cambio significativo en el comportamiento de las tortugas marinas, particularmente en Chipre, debido al aumento de las temperaturas globales y al cambio climático. Las especies de tortugas verdes y bobas, que habitan en las costas del país insular, están alterando sus ciclos de anidación, adelantando la fecha de sus nidos. Este fenómeno es consecuencia de las variaciones climáticas provocadas por la actividad humana, que están afectando la supervivencia y el comportamiento de estos reptiles marinos.

El cambio de fecha en la anidación de las tortugas puede tener efectos negativos sobre su éxito reproductivo. Las temperaturas elevadas afectan directamente el desarrollo de los embriones, que pueden no sobrevivir a condiciones tan extremas. De hecho, los investigadores señalan que el calor excesivo podría provocar que los huevos de tortuga se cocinen antes de que eclosionen. Además, otro factor importante es que la temperatura del ambiente incide en la determinación del sexo de las crías, un fenómeno que ocurre después de la fertilización, al igual que en otras especies como los cocodrilos y caimanes. Si los huevos se incuban a temperaturas superiores a los 31,6°C, la mayoría de las crías serán hembras.

Damla Beton, de la Sociedad para la Protección de las Tortugas, explicó que, aunque las tortugas están respondiendo adaptativamente al aumento de las temperaturas, no es claro cuánto tiempo podrán mantener este comportamiento. «Las condiciones en Chipre podrían volverse invivibles para las tortugas si la temperatura sigue subiendo», comentó Beton. Sin embargo, también sugirió que podrían existir zonas más frescas en el Mediterráneo donde las tortugas podrían seguir anidando, siempre y cuando las condiciones sigan siendo favorables.

A pesar de estas adaptaciones, los estudios realizados sobre las tortugas bobas sugieren que los efectos de las altas temperaturas podrían ser irreversibles si no se modifica el patrón de anidación. Investigadores que analizaron datos durante tres décadas encontraron que, si las tortugas no adelantan su temporada de anidación, es probable que la población de tortugas bobas disminuya drásticamente para el año 2100. Para evitar este colapso, los investigadores estimaron que las tortugas necesitarían adelantar su anidación aproximadamente 0,5 días al año para mantener el equilibrio de sexos y 0,7 días para evitar que los embriones se pierdan por el calor.

Lo interesante es que los estudios han mostrado que las tortugas bobas ya están adelantando su periodo de anidación. Desde 1993, los datos sugieren que las tortugas bobas están modificando sus hábitos, adelantando la fecha de anidación en 0,78 días anualmente, un ajuste que podría ser vital para su supervivencia a largo plazo.

Un estudio paralelo sobre las tortugas verdes, también realizado en Chipre, confirmó que estas especies están ajustando su comportamiento reproductivo en función de las variaciones en la temperatura del agua. Utilizando 31 años de datos, los investigadores observaron una clara tendencia a adelantar la anidación conforme aumenta la temperatura del mar. Este comportamiento refleja una adaptación a las nuevas condiciones ambientales, pero los expertos advierten que no hay garantía de que continúen teniendo éxito si las temperaturas siguen en aumento.

Ambas especies de tortugas marinas, tanto las verdes como las bobas, están catalogadas como «en peligro de extinción» debido a diversas amenazas como la pesca, los impactos de las embarcaciones, la recolección ilegal de huevos y la pérdida de hábitat natural. A pesar de los esfuerzos por protegerlas, estos animales siguen enfrentando desafíos que podrían llevarlas al borde de la extinción si no se toman medidas urgentes.

La profesora Annette Broderick, de la Universidad de Exeter, subraya que las tortugas podrían enfrentar nuevas dificultades si los cambios en sus patrones de anidación no se alinean con los cambios en la disponibilidad de alimentos. «Si los cambios en el ciclo de producción de su alimento no coinciden con los cambios en sus hábitos reproductivos, podrían quedar desconectadas ecológicamente», explicó. Esto resalta la compleja interacción entre el cambio climático y las dinámicas alimenticias, lo que podría tener consecuencias aún más graves para la conservación de estas especies.

El futuro de las tortugas marinas sigue siendo incierto, pero los datos actuales sugieren que, si no se toman acciones contundentes para mitigar el cambio climático, el futuro de estas especies podría estar en serio peligro.

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