En una revolución energética en marcha hacia las fuentes de energía limpias y renovables, México cuenta con un as bajo la manga que podría empujar su economía verde en el corto plazo. Se trata de su enorme reserva de litio, ubicada en Sonora.
Esta, según la publicación Mining Technology, es fuente más grande del mundo de este ansiado mineral, con reservas probadas de 243.8 millones de toneladas.
Superando a grandes yacimientos, como el de Humboldt County (179.4 millones de toneladas), en Nevada, Estados Unidos, o el de Port Hedland (151.94 millones de toneladas), en Australia, el proyecto de extracción mexicano se contempla en dos etapas.
Durante la primera etapa de esta extracción de litio a cielo abierto, el gobierno mexicano pretende producir 17 mil 500 toneladas de carbonato de calcio al año, mientras que en la segunda, el ritmo crecerá a las 35 mil toneladas por año. La mina tiene un tiempo de vida estimado de 19 años.
El llamado oro blanco es una realidad económica que beneficia en la transición energética, ya que sirve como materia prima en las baterías de los autos eléctricos y en los sistemas de almacenamiento de energía renovable. La reserva, de 234 mil 855 hectáreas, se ubica en los municipios de Arivechi, Divisadero, Granados, Huásabas, Nácori Chico, Sahuaripa y Bacadéhuachi, y tiene un potencial total de producción de 8.82 millones de toneladas de carbonato de litio.
La empresa china Ganfeng Lithium había adquirido el 100 por ciento de las acciones para la explotación de esta mina. Sin embargo, el gobierno mexicano canceló estas concesiones en septiembre de 2023, por lo que existe hoy un arbitraje en su contra en tribunales internacionales.
Para explotar este litio, el gobierno mexicano creó Litio para México, un organismo público descentralizado, dependiente de la Secretaría de Energía, que se busca explote y aproveche las reservas de este mineral.
Además de su uso en las baterías de celulares, laptops, coches eléctricos y otros aparatos electrónicos, este recurso es utilizado en baterías de oxihalide de litio para la industria militar y, en la farmacología, el carbonato de litio es usado para el tratamiento de padecimientos como la psicosis maniaco-depresiva. El mineral también es utilizado como catalizador para el desarrollo de antihistamínicos, inductores del sueño, analgésicos, anticonceptivos, agentes anticolesterol, vitamina A, tranquilizantes y algunos tipos de esteroides.