¿Cómo se protege a la tortuga casquito mexicana?

Conoce a los biólogos y voluntarios que manejan el parque donde se protege a la tortuga casquito mexicana, especie endémica

La tortuga casquito mexicana (Kinosternon integrum) es un reptil semiacuático de no más de 30 centímetros, originario de las áreas ribereñas del centro de México. La también llamada tortuga de fango habita las áreas pantanosas y de aguas poco profundas, dónde se alimenta de animales e insectos pequeños. La tortuga casquito se protege de los depredadores usando su fuerte coraza, la cual es capaz de cerrarse por completo a los depredadores por medio de dos bisagras naturales.

Los ríos y pantanos donde la tortuga casquito mexicana enfrentan varias problemáticas, los cuales han reducido el número de esta especie. La expansión urbana hacia los humedales acaba con las zonas fangosas donde esta tortuga prefiere desovar. Las descargas de drenajes y desechos industriales hacia los ríos provocan un declive en su biodiversidad. 

Las especies invasoras también afectan las poblaciones de la tortuga de fango mexicana. Especies exóticas como la tortuga de orejas rojas (Trachemys scripta elegans) o la tortuga pavo real (Trachemys scripta scripta), introducidas de manera artificial a los ecosistemas, son más grandes y rápidas que la casquito mexicana.  

En la década de los 80, llegaron a México desde Estados Unidos, cientos de ejemplares de la tortuga de orejas rojas, o tortuga japonesa. La popularidad de esta especie ocasionó que entre 1989 y 1997 se exportaran 52 millones de estas tortugas.

Así como con otros animales, cientos de dueños de tortuga japonesa abandonaron sus ejemplares en humedales mexicanos cuando no podían o no querían mantenerlas. Este fenómeno ocurrió también en otras partes del mundo, lo que llevó a la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (IUCN) a catalogarla entre las 100 especies invasoras más dañinas del mundo.

El tortugario para la conservación de la casquito mexicana

El parque Emiliano Zapata, localizado en el corazón de Cuautla, Morelos, se convirtió inesperadamente en refugio de ambas especies de tortuga. En sus estanques llegaron a convivir hasta 169 testudíneos, los cuales llegaron ahí de maneras diversas. Karla Rivera, bióloga local, notó que estos animales carecían de los cuidados necesarios para mantenerse saludables, y en 2016 encabezó los esfuerzos para mejorar sus condiciones.

Con la ayuda de su esposo, asociaciones civiles, empresas privadas y decenas de voluntarios, Karla logró establecer una Unidad de Manejo Ambiental dentro del parque Zapata. Hoy protege a las 260 tortugas del parque, entre las cuales se encuentran 70 tortuga casquito mexicana. Entre sus labores está cuidar de las nuevas generaciones de tortuga, gracias a la apertura del nuevo laboratorio de reproducción. Este espacio cuenta con tres incubadoras y varios tanques para que las tortuguitas jóvenes puedan crecer hasta poder valerse por sí mismas.

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¿Quién es Karla Rivera González?

  • Es la técnico encargada de la UMA Tortugas de Cuautla desde su fundación en 2018.
  • Estudió biología evolucionista en la Universidad Autónoma Metropolitana.
  • Es parte de la Coalición Ambiental y Cultural, asociación en favor del rescate al medio ambiente y la ciencia ciudadana.
  • También es miembro del Consejo de Patrimonio Histórico y Cultural de Cuautla, Morelos, organización que busca preservar la histórica de aquella ciudad.
  • Cada 23 de mayo organiza los festejos y actividades del día de la tortuga semiacuática.

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