Investigadores del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) desarrollaron un nuevo método para limpiar el agua, removiendo los llamados “químicos permanentes”. Los científicos desarrollaron una membrana hecha a base de sedas naturales y nanocristales de celulosa, la cual filtra sustancias perfluoroalquiladas y polifluoroalquiladas (PFAS).
El equipo, encabezado por el doctor Benedetto Marelli ,del departamento de ingeniería civil y ambiental, hizo este descubrimiento de manera accidental. Los científicos se encontraban desarrollando un método para marcar y numerar semillas. Para ello, crearon nano fibras de proteínas sedosas empleando un método de goteo.
El investigador Yilin Zhang fue el primero en sugerir que este nuevo material tiene potencial para filtrar contaminantes del agua, más los primeros intentos fueron fallidos. El equipo agregó cristales de celulosa, los cuales alinearon las fibras de las sedas. Paso siguiente le administraron una carga eléctrica a la membrana, lo cual asentó al material, dándole propiedades antibacteriales y anti contaminantes.
Los científicos reportaron que esta membrana es capaz de limpiar “exponencialmente” más contaminantes químicos del agua que los materiales estándar, como son el carbón activado y el carbón activado granulado. Las pruebas demostraron que esta membrana es capaz de filtrar PFAS, metales pesados y además cuenta con propiedades antibacteriales y antimicóticos.
“Estos materiales realmente pueden competir con los materiales estándar actuales en filtración del agua cuando se trata de extraer iones metálicos y contaminantes emergentes, incluso pueden superar algunos de ellos actualmente”, declaró Marelli al MIT.
El equipo propuso que esta membrana comience con un uso doméstico, como en el lavabo de una cocina. También plantearon que de tener éxito, este método podría recrearse a gran escala como en fuentes municipales.
Los investigadores señalaron que una ventaja de este método es que los materiales utilizados para su construcción son de fácil acceso, ya que la seda puede provenir de desechos de la industria textil. Igualmente resaltaron que los materiales utilizados son todos de grado alimenticio, lo que reduce las probabilidades de que estén contaminados. Los científicos no descartan la posibilidad de que existan otros materiales capaces de realizar la misma función a menor costo.
“La mayoría de los materiales disponibles hoy en día están especializados en una sola clase de contaminante, o en resolver un sólo problema. Creo que estamos entre los primeros en enfrentar todos estos problemas simultáneamente” Expresó Zhang.