Un estudio realizado por la Universidad de Leicester, Inglaterra, reveló cómo la pigmentación de los plásticos afecta su durabilidad y resistencia al clima. Para la investigación, hecha con apoyo de la Universidad de Ciudad del Cabo, Sudáfrica, se realizó un experimento con tapas plásticas en un ambiente controlado y una colecta de muestras en playas de África e islas del Atlántico Sur.
Para el experimento se utilizaron 90 tapas plásticas de seis colores diferentes: rojo, verde, azul, blanco, gris (o plata) y negro; todas fabricadas por el mísmo proveedor. Los científicos construyeron un muestrario en el techo del edificio de Física y Astronomía de la Universidad de Leicester, donde colocaron las tapas, divididas por color, en filas de 15. Durante tres años, los anaqueles estuvieron expuestos al sol, la lluvia y el viento.
Una vez concluido el experimento, los investigadores observaron que las tapas con colorantes rojos, verdes y azules presentaban una fragmentación mayor al de las tapas blancas, grises y negras. Las primeras mostraban fisuras, mientras que las últimas terminaron casi igual que como empezaron.
“Esto demuestra la capacidad de estos materiales de producir microplásticos aun en climas templados con abrasión física mínima”, indica el estudio.
Muestreo de microplásticos en playas
Paralelo a este experimento, científicos recogieron muestras en varias playas de Sudáfrica, Kenya, Mozambique, Tristán de Acuña e Islas Pitcairn. La colecta se limitó a botellas de aceite de cinco litros y contenedores grandes de 20 a 50 litros, todos de plástico. Esto debido al grosor de los materiales. Los científicos contabilizaron 359 contenedores, de los cuales cinco eran mayores a 30 años; tres negros y dos blancos. Tras analizar las muestras, se determinó que la edad media de los contenedores negros era mayor a la de los contenedores de colores, los cuales también presentaban un grado mayor de desgaste.
Los investigadores determinaron que este fenómeno se debe a que los pigmentos utilizados para dar color a los polímeros afecta la durabilidad de estos. Los plásticos de colores brillantes tienen una resistencia menor a los rayos ultravioleta, lo cual acelera la generación de microplásticos mediante su descomposición. El impacto de los microplásticos en la salud sigue siendo objeto de estudio para la comunidad científica, más se ha determinado que su presencia afecta la producción de hormonas en el cuerpo humano.